Monday, May 28, 2007

Un cuento de miedo


El blanco escalofriante

Se despertó asustada, con el corazón palpitándole aceleradamente, quiso gritar, llamar a alguien que la ayude, y el miedo le cerró la garganta.
Estaba tan aterrada que no podía moverse.
Pensó que él ya no volvería…pero ahí estaba, otra vez, tan presente como la primera vez.
Escuchaba desde la cama su ronco e inconfundible ruido sonando desde lo más profundo del silencio. Podía imaginar sus movimientos, se sacudía como si tuviese un acceso de tos imparable.
De solo escucharlo un intenso escalofrío recorrió su pequeño cuerpecito.
Fue más fuerte que ella, tampoco resistía quedándose quieta. Y, como si fuese tomada por una mano invisible que la empujara se levantó y fue corriendo hacia la cocina.
Fue entonces que lo vio, cada vez estaba más fuerte, y se movía convulsivamente, vestido de blanco de pies a cabeza.
Escuchó en medio de tan espeluznante escena la voz de su madre, quien mientras la tomaba de sus brazos le decía:
-Milena, no te asustes, es solo un lavarropas, no puede hacerte daño-
La cosa blanca y fría seguía imperturbable…pero… mirándolo desde arriba en los brazos de su madre le pareció más inofensivo.


Milena Moyano

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