Monday, July 10, 2006

Cortos brasileros


En este ciclo, algo digno de destacar fue sin duda la proyección de los cortos brasileños, algunos de la mano del mismo director de “Ciudad de Dios” (Víctor González). Estos cortometrajes tenían como característica principal el alto contenido social, al igual que el resto de las películas del ciclo, pero abordado desde un punto bastante particular, que iba desde el humor, hasta la demostración sin anestesia de una realidad devastadora.
Haciendo referencia a los argumentos, los que merecen reconocimiento son “BMW rojo”; “Isla de las Flores”; “El alma del negocio”; y “Palace II” –particularmente creo que “Barbosa”, aquél en el que el hombre trata de evitar el error del arquero brasileño que les costó el mundial del ’50, es poco sustancioso y está muy alejado de la temática social tratada en los otros cortos.
“BMW rojo” utiliza el humor para enseñar algo triste, como es que una familia gane un auto BMW cuando prácticamente no tienen una casa. De cualquier forma, demuestra como a pesar de todo, es posible ser feliz disfrutando de un paseo en auto.
“Isla de las Flores” creo que fue uno de los más fuertes. Contaba como, después de un largo proceso –narrado de una manera muy cómica con muchas reiteraciones-, toda la comida descompuesta que terminaba en La Isla de las Flores, y que era rechazada incluso como alimento para chanchos, formaba parte de la comida de las personas que habitaban el lugar.
“El alma del negocio” fue el más cómico, con una temática no menos importante, pero sí más “liviana”; un matrimonio que hacía constantemente de su vida una publicidad, acaba matándose con los mismos productos que promocionaba.
Finalmente “Palace II” es, no el de mayor contenido, sino el más explícito, en el que vemos la realidad dentro de las favellas: como dos chicos que deberían estar en la escuela, hacen cosas como llevar drogas y robar, para conseguir plata.
Estos cortos, más que para disfrutar un rato de cine internacional, sirven para plantearse qué tan diferentes somos de Brasil, es decir, ¿esa realidad es tan lejana de la nuestra?
Es válido plantearse que, si bien somos dos naciones distintas y por consecuente tenemos diferencias, también tenemos características que nos acercan, como es la supervivencia del más fuerte en una sociedad llena de injusticias.

Sabrina Medvedeff

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